jueves, 30 de julio de 2009

Facebook, un camino de ida


Se me viene a la mente una frase muy conocida que me dijo tiempo atrás un amigo: -“entrar es una boludés, pero salir es imposible”. Mi amigo podría ser tranquilamente un drogadicto que me está contando acerca de su adicción, pero no es el caso. Él me estaba hablando del Facebook una herramienta que sin darnos cuenta hoy es parte de nuestras vida, y no solo eso, es la vida misma para muchos. Se genera como una psicósis en la que uno está pendiente de todo: de los comentarios y fotos que publica la gente y ahora encima de todo está la “galleta de la fortuna” que vendría a ser algo así como una suerte de horóscopo que te canta la posta. Hay diversos usuarios: Los que lo utilizan principalmente para ver fotos de chicos/as, otros para empezar a estar en contacto con tal persona, otros a modo de promocionar algún producto, banda o servicio y otros para lograr un reencuentro con la gente de la primaria y así poderse comer a alguna compañerita. (Es importante recalcar que antes el reencuentro con los “chicos” de la primaria era una consecuencia de usar Facebook, pero según mi teoría, hoy se transformó en una de las causas. ¿Qué pretendo decir con esto? Que un amigo te contó que salió con la gente de la primaria y que se “comió” a una ex amiguita, entonces no lo dudas y te pones en campaña para el reencuentro, que en realidad te chupa un huevo).
Me es casi inevitable recordar frases célebres como: “vamos al patio a tirar face”. Mientras que en algunos estratos sociales mas bajos esta frase era reemplazada por “vamo arafue a tirar rostro”. Esto demuestra que siempre hubo un gran deseo de dar cuenta a los demás de nuestra individualidad, de mostrarnos, darnos a conocer.
A mi entender, y sin ánimos de ofender a nadie, todo esto tiene una doble cara: por un lado, mostrar nuestras fotos, comentarios, lo que pensamos, lo que hacemos, nos hace relacionarnos con la gente, interactuar, intercambiar y hasta enriquecernos. Pero como contrapartida, y siguiendo con la idea del deseo que todos tenemos de expresar nuestra individualidad, entiendo que todo esto lleva encerrado consigo una cuota de debilidad que cada uno de nosotros tenemos. Parecería ser que estamos mas pendientes de mostrar lo que hacemos que por hacerlo realmente, que por vivirlo en si. Todo esto lo relaciono con llegar a un lugar desconocido con la cámara lista con el propósito principal de sacar fotos y así mostrarlas, más que por realmente conocer ese lugar, respirar ese nuevo aire, y poder encontrar una cuota de relajación. De este modo, y retomando el tema en cuestión, creo que es importante aclarar, que en realidad conozco muy poco de Facebook, sus aplicaciones, juegos y demás, pero lo que si observo y creo empezar a conocer, son algunas de las cosas que nos suceden a todos nosotros en relación a esta red social de la que no solo somos parte, sino que tampoco hay retorno, es un camino de ida…

Finalmente quiero dejar en claro que odio a la galleta de la fortuna (a los que comentan las galletas de la fortuna de los demás también los odio), y que banco a los que chatean por Facebook.


FIN.

sábado, 25 de julio de 2009

Googlear, el nuevo verbo


“Bueno Leandro conectate a Internet de 22 a 23 hs que es el horario que nadie llama.” Recuerdo varias respuestas similares de mi madre, en la época en que esta red de redes (asi me la presentaron a los 14 años en la secundaria) hacia su aparición en mi vida.
Esa hora o dos horas que tenia para conectarme, eran gloriosas. Aparecía el dibujito de las computadoras conectándose con ese ruidito característico y yo ahí expectante de que funcione la conexión. Abría el Icq y comenzaba a chatear con alguno. Alguna que otra vez ponía alguna frase en el info. about, mientras que la mayoría de las veces lo dejaba en blanco. Si se me ocurría buscar algo, entonces entraba por lo general a www.altavista.com . Si mi idea era encontrar información acerca de algún programa para editar en la PC, hacía lo siguiente: Programa+ edición+ Pc. Si era un día con suerte, iba a obtener los resultados esperados, y sino, tenia que seguir buscando la manera de conseguir lo que necesitaba. Muchas veces me daba por vencido y me quedaba en Icq o bajando canciones con el Napster( Luego Kazaa, Ares hasta nuestros días). ¿A donde quiero apuntar con todo eso? Que antes teníamos algunas limitaciones que hoy ya no existen. Por empezar, la que me pide a mi autorización ahora es mi madre, que quiere chequear los mails que le mandan sus amigas. Por otra parte, además de que estoy conectado las 24 hs, ya empezaron a originarse fenómenos como You Tube y Google que te facilitan todo. En el caso de este último, la gente comenzó a utilizarlo de gran manera, pudiendo encontrar allí lo que les antojara. La frase: “Esperame un minuto que me voy a fijar en Google” vino a reemplazar “voy a entrar a tal buscador”. Osea que pasó a ser el buscador top, desplazando a Altavista y a Yahoo por ejemplo. Todo esto se fue potenciando de gran manera, hasta que llegado un punto, además de una gran herramienta y servicio, incorporamos un nuevo verbo a nuestro vocabulario: GOOGLEAR. Un ejemplo de conversación entre dos estudiantes sería: “¿Lo Googleaste al chiquito Silberberg? Si lo Googlé y ya conseguí algo de él, que juega al basket, es muy alto y fachero, pero lo voy a seguir Googleando a ver si encuentro algo más.”
Parecería ser que en Google abarca todo, toda la información del mundo y todo lo que necesitamos. Yo si hoy tengo que buscar algún programa para mi computadora, no solo que ya no uso un + , sino que hasta podría poner: “Necesito tal programa para hacer esto y lo otro, teniendo en cuenta esto y lo otro”. Poniendo todo ese texto incluso, encuentro lo que quiero. Se me abren páginas para bajar los programas, como asi tambien infinidades de foros en los que los usuarios dan consejos y opinan acerca del tema en cuestión.

Ahora bien, no me van a decir que nunca GOOGLEARON o pensaron en GOOGLEAR a algún amigo, familiar , alguna mina o flaco...
En fín, Googleame, Googleate.

FIN

viernes, 3 de julio de 2009

La vida sin el mail y el mensaje de texto


Me pregunto que sería de nuestras vidas sin la tecnología, puntualmente sin el mail y el mensaje de texto. Para entrar de lleno en esta cuestión solo tenemos que hacer un poco de memoria, apelar a nuestros recuerdos, para poder entender como vivíamos.
A simple vista se me viene a la cabeza la idea de que todo era más personalizado: en el caso de un trabajo la persona tenia que ir personalmente a dejar su CV y hacer una larga fila que abarcaba cuadras y cuadras, no tenía otra posibilidad. Mismo en el caso de las escuelas, para hacer trabajos prácticos o juntarse, los jóvenes tenían que tener todo arreglado de antemano porque no había posibilidad de improvisar: No existían cadenas de mails ni nada por el estilo.
En el caso de una chica la situación era mas compleja, había que llamarla a la casa el día anterior (con el riesgo de que te atendiera el papá) y arreglar la cita para el otro día (con el riesgo de que alguno no vaya o no tenga como avisarle que se estaba retrasando). Algunos tenían la suerte de compartir el colegio o lugar de trabajo, pero nadie contaba con estas actuales herramientas que lo facilitan todo. ¿A que quiero llegar con esto? A que hoy conoces una chica, pegas onda, lo primero que le pedís es su mail (ahora la tendencia está cambiando y muchos les piden directo el celular). Arrancas a chatear día tras día, ves que todo marcha sobre ruedas, se pasan los celulares, y arrancan los mensajes de texto a cualquier hora y momento. Hay varias categorías de mensajes de texto: los que se mandan de lunes a viernes en la mañana se corresponden con una pareja de novios, los que se mandan de tarde/noche es que ya se conocen hace algún tiempo y están afianzando el vínculo y por ultimo, todos los que se mandan el fin de semana, especialmente los sábados y domingos a las 6 AM, en la que cada uno ya salió con sus respectivos amigos, y lo que se busca es culminar la noche juntos, de la mejor manera.
Ahora bien me interesaría cerrar con un tema específico: el cumpleaños y la tecnología. Están tus familiares y amigos de toda la vida, que históricamente en el día de tu cumpleaños te llaman a tu casa a las 12 para saludarte y al otro día te pasan a visitar. Así fue siempre y así será siempre. Pero también están lo que mensaje de texto mediante te saludan, y no digo que esté mal, simplemente creo que es una instancia menos personalizada, en el que no te escuchas la voz con la otra persona. Pero lo menos personalizado en este caso es saludar por el cumple mediante un mail, ahí si hermano/a prefiero que ni me saludes, antes de que me mandes un mail( se excluyen a los que viven en el exterior). Por último y poniéndome en el personaje de D’elia, voy a decir que ODIO a los que se ponen a chatear por mensaje de texto.

Fin