miércoles, 26 de agosto de 2009

Un poco de tenis


Fuimos a lo Del Potro, mi amigo de la primaria, el que vivió varios años en Mónaco. Todo se dio a partir de un contacto por Facebook y el resto fue cuestión de tiempo, de ultimar detalles y de concretar el tan ansiado encuentro. El que arrancó con toda la movida fue Fede rer, un flaco que de pibe decía que iba a ser tenista. No sé en realidad que será de su vida pero lo que si recuerdo es que al Fede mujeres no le faltaban. Coria el año ’99 cuando algunos compañeros lo encontraron en la sala de profesores con la de historia (para variar), en una situación un tanto delicada, al parecer, le estaba haciendo un Pete Sampras.
Ya éramos como 20 en la casa, había mucho nervio y al mismo tiempo ganas de compartir anécdotas y reírnos de aquellas viejas épocas. ¿Qué es lo que Haas hecho todos estos años?, le preguntó David Enko a Tomy. Realmente no pude prestar atención a su respuesta puesto a que el molesto del gato Gaudio no paraba de maullar y de arañarme, así que opté por pegarle un par de patadas para que dejase de molestarme. Empezamos a Tómas Berdich unas copas de champagne, mientras que algunos mezclaban Soderling con jugo y vodka. Intenté preparar un trago innovador, pero Rafael, haciéndose el entendido, tomó la palabra: “Usted no entiende Nadal, Agassi, llene el vaso hasta la mitad, póngale hielo y luego el energizante.” Finalmente seguimos sus pasos y fue un verdadero fracaso este trago. Golpearon la Puertas, era Mariano acompañado de Marcela, mas conocida como Chela, la mejor alumna de todo el curso. Aparentemente se habrían puesto de novios, pensé, y no me equivocaba. Hasta lo que yo tenía entendido, Marian era un pirata, que junto a su amigo Willy, tiraba muchas Cañas al aire en sus años de adolescencia, pero por lo visto finalmente habría logrado sentar cabeza. Se integraron rápidamente a la charla y nos dimos cuenta de que faltaba alcohol, así que un par fueron enfrente al supermercado del Chino Ríos. Aprovechando el momento, yo también opté por salir y me dirigí hacia mi auto a buscar mi campera que estaba en el Dabúl. Me reintegré al grupo y no tardaron los palos.-“Che, ¿Te acordás que vos de pibe tenías una vida muy Serena Williams, hasta que conseguiste el decodificador y empezaste a ver Venus Williams?”. - La verdad no sé de que estás hablando, en esa época yo solo Vilas transmisiones de fútbol, repliqué. A todo esto, comencé a percibir que una de las chicas, Cochita Martinez no paraba de mirarme. No lo dudé, me transforme en algo así como el hombre Lobo, le guiñe el ojo y nos fuimos para la pieza. Arranqué a darle Murray hasta que la mina me dijo:-“Gustavo, son las seis y Kuerten, todos se van a dar cuenta”. Regresamos al comedor y ya no quedaba nadie. Empezamos a percibir un raro olor, hasta que nos asomamos por la cocina y vimos a la madre Del Potro, cocinando Fish. ¡Que Verdazco! En tanto pudimos nos fuimos, la llevé hasta la casa, la muy perra vivía en Acasusso, en fin…

SaFIN

jueves, 13 de agosto de 2009

Juan Carlos, mi portero


Los españoles llaman “portero” al arquero de fútbol, al que está debajo de los tres palos, al que tiene la difícil misión de defender el arco, de proteger al equipo para que no le conviertan goles. En Argentina, “portero” vendría a ser la persona que se encarga, a grandes rasgos, de limpiar y proteger al edificio. Son un género muy particular por ciertas cosas, tales como que prefieren o mejor dicho desean plenamente que los llamen encargados en vez de porteros, algo que parecería una cuestión de nivel o de style, pero la realidad indica que luchan día a día para que esto suceda. Por otra parte, están representados por un gremio muy fuerte que constantemente les otorga beneficios y declara aumentos en su favor. No quiero dejar de mencionar que todos los pertenecientes a esta especie suelen tener nombres tales como Juan, Raúl, Roberto, Rúben, Wilson, entre otros. Tienen además graves problemas con el lenguaje y la escritura, siendo este último el más evidente.
Terminada la introducción, pido un fuerte aplauso para la aparición del personaje en cuestión: Juan Carlos, pero pueden decirle “Juanca”. De mediana altura, calvo, con ojos claros y mirada desafiante, todas las mañanas lo veo cuando salgo. Con un especie de “hola”, que cuando me mudé me costaba interpretar, suele saludarme, mientras empieza a limpiar el vidrio de la puerta de planta baja. El resto de los momentos del día en que me lo cruzo, está charlando con los otros encargados de la cuadra, o está nuevamente “limpiando” la puerta. Parecería que siempre esta fastidioso y eso lo demuestra con intensas exhalaciones de aire en combinación con fuertes gemidos que denotan malestar. Me pasa, y que creo que a la mayoría les pasa, que cuando lo necesito sea cual sea la razón, “Juanca” nunca está. Si nos ponemos estrictos, y comparamos el horario que le correspondería cumplir, en relación con las horas que realmente está, probablemente no lo podríamos creer, así que mejor obviar ese tema. Hay algunas cosas que me llaman poderosamente la atención: cuando en las cocheras falta algún auto, él rapidamente pone el suyo sin dudarlo. Cuando hay alguien obstruyendo la salida de la cochera, sea quien sea, él lo trata terriblemente mal, haciendo uso y abuso de su poder, e intentando complacer al propietario (algo así como un jefe de la barrabrava). Diariamente deja notas pegadas en el ascensor o en planta baja con graves errores de ortografía. Un ejemplo de esto sería: “proivido avrir”. En contadas ocasiones he llegado a pensar que lleva la vida de un futbolista, puesto a que se levanta temprano, limpia la puerta (vendría a ser el entrenamiento) se va a dormir la siesta, pero principalmente porque le dimos casa, coche, y le pagamos las expensas. Algo que no me quiero olvidar de mencionar es que parecería ser que este personaje en cuestión es Licenciado es meteorología con un Master en lluvia y granizo, ya que siempre tiene certezas acerca de que pasará con el clima.
En mi opinión creo que fueron los encargados quienes nos incorporaron el hábito de hablar acerca del clima, un recurso con el que contamos diariamente a la hora de entablar algún tipo de diálogo. ¿Acaso hablar del clima nunca te salvo del tan difícil silencio en una conversación? Realmente detesto hablar de clima, pero confieso que muchas veces lo he hecho y creo que lo seguiré haciendo.
Él es un ejemplo, un ejemplo de cómo es posible vivir de “arriba”.
Nathing is impossible, sino pregúntenle a Juan Carlos, mi portero.

Juanca+ 10

miércoles, 5 de agosto de 2009

El ascensor, algo más que un sube y baja


El ascensor es un aparato para subir o bajar de un piso al otro en los edificios. Hoy en día hay casas que tienen uno, pero no abordaremos sobre ello.
Un elevador en un edificio cumpliendo la función de transportar gente parece algo normal a simple vista, pero en realidad lleva consigo y esconde conflictos de poder, encuentros, desencuentros, fantasías, deseos, odios, y muchas otras cosas. Situación: te encontrás con tu vecino con el que no tenés relación y ¿De qué hablás? ¿Hablas del clima? Correcto, intercambian opiniones de índole meteorológica. Si hace frió, calor, llueve, graniza, en fín, lo que dura el paseo en el elevador. Si se quedaron con ganas de hablar, muchas veces, la siguen pero por escasos segundos. En otro de los casos, te tocó la suerte de que el viaje del día es con tu vecina del 3ero. Te ponés nervioso, te tiembla la voz y solo clavás un “hola, ¿Qué tal?”. La próxima véz que te la cruzás estás más canchero, y confianza mediante, le preguntás acerca de qué hizo el fin de semana, y como quien no quiere la cosa, le tirás la onda para pasarse los mails, juntarse con los respectivos amigos, hacer una previa( tema que abordaremos próximamente), en fin, aprovechar la cercanía.
Un amigo hace algunas semanas me contó que estaba en el ascensor con una de sus bellas vecinas y se quedaron encerrados. Obviamente que mi amigo se empezó a maquinar mal, le subió la bilirrubina a pleno y por su mente lo único que pasaba era imaginar que estaba dentro de esas películas que todos ya sabemos ¿Pero que onda la mina? ¿Se llegó a imaginar algo? Nunca lo sabremos porque el divino de mi amigo a lo único que atinó fue buscar la famosa “trabita” que en todos los ascensores hay, y así abrió la puerta de forma manual. Luego claramente está, se arrepintió: -“Soy un boludo, al menos la hubiese mirado a los ojos para luego, haciendo el amague de estar sacándome la ropa, decirle:¡Te voy a cumplir tu fantasía! Pero buen no le dije nada, hay que ver cuando me vuelvo a quedar encerrado con ella.” Lo que yo le dije es que si bien es un boludo, al menos no hablaron del clima. Otra de las cosas que me llama la atención es que el ascensor casi siempre se encuentra en los mismos pisos y que jamás alguien lo envió a planta baja, cosa de facilitarle las cosas al que recién ingresa al edificio. Ni mencionar el olor a pucho, o si algún vecino se siente mal, pero la cuestión es que esta véz te tocó viajar con la “viejita” del segundo piso. En esos dos pisos te contó todas las novedades acerca de sus nietos, hablaron de clima y hasta de lo cara que está la papa. El único deseo o fantasía que tenés con la anciana es que se baje del ascensor lo antes posible. Otra posibilidad es que viajes con tu vecino del 7mo, el que en véz de un perro, tiene un caballo, entonces la pasas realmente mal. Otra de las cuestiones a tener en cuenta es que en los edificios que tienen dos ascensores, los que viven en el “A” pueden utilizar ambos, mientras que los del “B”, no pueden. Estos últimos vendrían a ser, sin ánimos de ofender a nadie, los pobres del edificio. Otro de los casos es que te puede llegar a tocar viajar con uno de los vecinos, con el que en la última reunión de consorcio se sacaron chispas. Se miran fijo, se dicen un “hola” de puro compromiso y cada segundo del paseo dura una eternidad. Te lamentás por no haber ido por escaleras, pero ya es tarde.
Antes de cerrar, no quiero dejar de mencionar a una persona muy especial que se llama Juan Carlos y es la estrella del edificio. En el próximo artículo entenderán un poco más.

domingo, 2 de agosto de 2009

Facebook, un camino de ida (Anexo)


Siempre quise escribir un anexo de algo, tal vez porque siempre les tuve bronca. Los anexos aparecieron en mi vida principalmente en el ámbito académico:"alumnos para el parcial entran los tres libros y ademas dejamos en fotocopiadora dos anexos". Historicamente les tuve rechazo, pero en este caso surgió por una necesidad real, y es que me quedaron en el tintero algunas otras cosas para decir respecto de Facebook.
Por empezar, hablemos de la etiqueta: imaginá que la noche anterior fuiste a bailar, sentiste que tuviste una buena noche, una aceptable performance. Al otro día abrís el Facebook y te ves etiquetado en una foto en la que estás 100% escrachado, ya sea porque saliste con cara de poker, de naipe, de muñeco, o como quieran llamarlo, pero la cuestión es que saliste liquidado, está tu cara y tu nombre, sos vos o sos vos, es incareteable. Si fuera uno de esos programas de la medianoche, la consigna sería: “manda alto escrache al 2020 y llevate gratis una sesión de terapia”, pero no es el caso. Otro de los problemas que se pueden generar a partir de una etiqueta es que la foto te comprometa, ya sea porque estas posando con alguna mina o flaco que te pueda llegar a generar algún tipo de inconveniente, vos me entendés. La solución a todo esto es simple: hay que ser lo suficientemente rápido y astuto como para hacer clic en “eliminar etiqueta” y con eso, al menos resolviste el 50% de la situación, y digo 50 porque las fotos van a seguir estando en el álbum de la persona que las subió, pero buen, reducís a la mitad, o tal vez menos, el impacto del escrache. ¿Nunca te desetiquetaste de una foto? Si nunca lo hiciste, te lo recomiendo, y si lo haces habitualmente, que no se corte, dale continuidad. Como contrapartida de todo esto, una etiqueta muchas veces te puede traer suerte, si por ejemplo una chica o un flaco te ve en una foto, sabe tu nombre y te puede agregar a sus contactos con gran facilidad. Otra de las cosas que te pueden jugar una mala pasada son los famosos comentarios comprometedores. Para que esto no ocurra, debes manejarte con mucha cautela y profesionalismo, tenes que estar en detalles, por mas mínimos que sean. Pero si ese comentario no deseado llega a destino, debes ser los suficientemente listo para eliminarlo a tiempo, sin que queden sospechas ni evidencias.
Otra de las cosas que se me viene a la cabeza es que cuando nos pide autorización una persona que es de nuestro interés, nos pone contento, porque ahora sabemos que nosotros también le interesamos a esa persona. Pero… ¿Por qué agregamos gente al Facebook? ¿Para ver sus fotos porque estamos aburridos? ¿Para ver sus fotos porque nos sentimos atraídos por la otra persona? ¿Por el solo hecho de que la conocemos y por eso le pedimos autorización? ¿Porque nos gusta su amiga/o y por eso queremos ver sus fotos? ¿Por qué queremos averiguar información para luego planificar el acercamiento? ¿Las agregamos por inercia? ¿Para tener mil amigos y ser top? En fín, puede haber infinidades de causas, pero lo importante es que hagas lo que sientas, lo que creas que es lo mejor para vos, de eso se trata.

Para variar un poco, voy a terminar diciendo que odio a los que solo comparten cierta información con todo el mundo y banco a los que te permiten ver sus fotos sin la necesidad de agregarlos a tu lista de amigos.

FIN.